En vivac, es esencial abrigarse lo suficiente para dormir bien. Y no sólo depende del saco de dormir.
Este artículo no trata de la elección del saco de dormir (que es objeto de otros artículos y consejos en Rayorando.com). Aquí tienes algunos consejos y métodos para optimizar tu protección térmica y dormir bien:
- Elige bien tu lugar de vivac;
- Reduce tu sensibilidad al frío;
- Aprovecha al máximo tu saco de dormir;
- Tener los reflejos adecuados si hace demasiado frío.
1- Lugar de vivac: reducir la exposición al frío
No lo piensas necesariamente cuando montas la tienda, pero a 100 m de distancia, puedes cambiar significativamente tu exposición al frío.
Recuerda que el aire húmedo puede aumentar significativamente tu exposición al frío. Así que :
- Tendrás más frío si acampas junto a un arroyo que si lo haces a 50 m.
- Esto también puede ser cierto si acampas junto a un lago, especialmente si hace viento.
- Acampar en la hondonada de un valle bajo un glaciar también te expondrá a una corriente de aire frío y húmedo por la noche. También en este caso, aléjate un poco para evitar que te atrape la corriente.
- Junto con la humedad, el viento es el segundo factor agravante. En una zona expuesta, busca una posible protuberancia en el suelo que corte el viento, o una hondonada (si no está húmeda y no hay riesgo de que se llene de agua). Un valle estrecho puede aumentar la fuerza del viento.
- A menudo es tentador montar la tienda cerca de una fuente de agua o donde la vista sea mejor. Pero a veces es mejor cenar en el sitio más bonito y montar la tienda más lejos, a la sombra.
- Ten siempre en cuenta la humedad y la previsible evolución del viento por la noche (en la montaña, el suelo se enfría por la noche y el aire se hunde).
2- Reduzca su sensibilidad al frío:
Nuestra sensibilidad al frío no es estable. Ten en cuenta que si estás cansado o enfermo, serás más sensible al frío.
Pero en RayonRando.com también te recomendamos que tomes algunas precauciones para reducir tu sensibilidad al frío:
- ¡Lávate! Me he dado cuenta de que dormir con la piel limpia y seca te hace menos sensible al frío que si no has tenido la oportunidad de lavarte. Incluso la transpiración seca del día absorbe humedad. Y si no hay un punto de agua en mi vivac, me detengo en el último punto de agua anterior para lavarme.
- Comer y, sobre todo, beber sopa caliente. También aquí, aunque no haga mucho frío, la sopa caliente es buena porque calienta pero también hidrata.
- No te acuestes con frío: será difícil entrar en calor en el saco de dormir si tienes frío al entrar. Estimula tu cuerpo antes de meterte en el saco de dormir: tienes que acelerar el ritmo cardíaco y hacer que la sangre circule. Salta, agita los brazos... También puedes frotar a tu vecino: así entrarán en calor todos.
3- Aprovecha tu saco de dormir:
Si es de plumas, despliega tu saco de dormir unos minutos antes de acostarte y sacúdelo para que se infle. Con los sintéticos, no tendrás que preocuparte tanto.
En RayonRando.com, te aconsejamos queevites combinar sacos de dormir. Sirven para acurrucarse, no para abrigarse. Cada vez que te muevas, el espacio entre las personas hará que se escape el aire caliente.
Protégete la cabeza, donde la pérdida de calor puede ser importante: si hace frío, apriétate la capucha, o incluso ponte un gorro. Apretándola al máximo, dejarás sólo una "ventana" por la que respirar.
Del mismo modo, si tienes un saco de dormir con cuello en el hombro, acuérdate de cerrarlo y ajustarlo (este cuello sólo suele encontrarse en los sacos calientes). También en este caso, el objetivo es evitar que se escape el aire caliente.
Ten en cuenta que una sábana de mochila, aunque sea ligera, mejora la protección térmica al añadir una "piel" adicional.
Por último, acuérdate de airear el saco de dormir si se ha humedecido.
4- Y si hace demasiado frío, ten los reflejos adecuados:
Si hace demasiado frío, puedes abrigarte un poco, pero no demasiado: ¡cuidado con la transpiración! Si se acumula, la humedad corporal favorecerá los puentes térmicos y volverás a pasar frío. Utiliza ropa transpirable, limpia y seca (ropa interior térmica de lana merina, por ejemplo). Y como ya hemos dicho, protege prioritariamente la cabeza, y también los pies.
Duerme como un perro. Es instintivo: al reducir la superficie expuesta, reduces la pérdida de calor.
Una manta de supervivencia o un colchón de espuma aislante colocado bajo tu colchón limitará la pérdida de calor debida al frío del suelo.
Una manta de supervivencia sobre un saco de dormir es una solución de reserva eficaz durante un tiempo, pero aquí también hay que tener cuidado con la transpiración, que puede condensarse y favorecer los puentes térmicos.
En conclusión:
Para hacer frente al frío, es evidente que necesitas un saco de dormir (y un colchón) adaptados a las condiciones climáticas. Pero más allá de eso, hay una serie de buenos hábitos que puedes adoptar para reducir tu exposición.
Sin embargo, si no consigues calentarte durante la noche, tu excursión y tu seguridad, así como la de las personas que te acompañan, pueden verse comprometidas. Así que no dudes en reconsiderar tu ruta: vuelve a bajar, busca refugio o da media vuelta.