Pasar cerca de un rebaño mientras se practica senderismo en la montaña puede ser una experiencia agradable para algunos, mientras que otros temen estar cerca de animales que pueden llegar a alcanzar nuestro tamaño. Pero el miedo suele desencadenarse por la presencia del perro guardián.
Es una situación bastante común que plantea una serie de preguntas:
- ¿Cuál es la diferencia entre un perro guardián y un perro doméstico?
- ¿Por qué hay un perro guardián en la manada?
- Si corre hacia nosotros ladrando, ¿es peligroso?
- ¿Qué debo hacer si me encuentro con uno de estos perros?
Maxime de Rayonrando responde a estas preguntas para disipar ideas preconcebidas y que la experiencia sea tranquila.
¿Cuál es la diferencia entre un perro guardián y un perro doméstico?
La principal diferencia es la aptitud del perro para la protección, transmitida en parte genéticamente, pero sobre todo por el apego al rebaño y el adiestramiento por parte del criador o del pastor.
El perro guardián está verdaderamente unido a su rebaño. Este vínculo emocional se forma desde los primeros años del perro, ya que vive y nace con el rebaño. Por lo tanto, es obvio que este perro quiere defender lo que representa a su familia.
El perro guardián también es muy autónomo, a diferencia del perro pastor, que obedece al dedo y al ojo del pastor. Este apego y esta autonomía hacen que a menudo sea difícil para el pastor intervenir en caso de enfrentamiento.
¿Por qué hay un perro guardián en el rebaño?
A veces nos encontramos con rebaños sin ningún perro. Pero en otros casos, estos perros de montaña estarán presentes. Y si vigilan el rebaño día y noche, es por la seguridad del rebaño, no para atacar a cualquier cosa que se mueva.
Para el ganadero, el rebaño representa a menudo toda su vida. Cada animal tiene un valor económico y sentimental. La pérdida de animales puede tener un gran impacto en el negocio y la vida del ganadero.
Existen muchas amenazas para el rebaño: un oso, un lobo o un humano... Es vital garantizar la seguridad y la tranquilidad del rebaño. Ahí es donde entra en juego el perro guardián. Para un depredador como el lobo, un rebaño de ovejas representa una cantidad tan grande de "alimento" que le crea una excitación que a veces puede llevarle a matar más de lo que necesita para su vida. Por ello, el ganadero necesita este perro, no para matar al lobo, sino para proteger al rebaño de estos depredadores.
Si corre hacia nosotros ladrando, ¿es peligroso?
Por muy impresionantes que sean, los perros guardianes como el famoso Patou no están adiestrados para atacar, sino para disuadir a los intrusos de acercarse al rebaño.
Así que no es un perro de ataque, pero tampoco es un perro de compañía. Así que no tiene sentido que intentes jugar a la pelota con él, si se te ha ocurrido la idea para aligerar el ambiente...
Debido a su tamaño, su mera presencia basta para disuadir a posibles depredadores o intrusos de acercarse. Pero si se acerca demasiado a la manada, tiene que reaccionar para parar los pies al intruso. Simplemente, cargando directamente contra ellos y ladrando con fuerza. El perro guardián indica el límite que no debe traspasarse.
Sólo si el intruso persiste en avanzar hacia el rebaño o se muestra agresivo puede haber un enfrentamiento directo.
¿Qué debe hacer si se encuentra con un perro guardián?
La mayoría de los accidentes se deben a un comportamiento humano inadecuado hacia el perro.
Desde el momento en que detectas el rebaño hasta que entras en contacto con el perro, he aquí cómo comportarte si quieres continuar tu paseo en paz:
- Aléjese lo más posible de la manada. Esto suele evitar la confrontación con el perro. Y a veces salirse del camino marcado puede ser agradable.
- Si resulta difícil evitar a la manada, debe hacer señales a los perros. Recuerde que estos perros trabajan activamente por la noche. Por eso, a veces necesitan descansar durante el día. Evite sorprenderlos mientras duermen. Haciéndote oír en la distancia, no causarás pánico. El perro empezará a ladrar y saldrá a tu encuentro.
- En este punto, ten en cuenta que este gran perro no sólo viene a disuadirte, sino también a identificarte. Podrá saber si eres una amenaza o no.
- Cuando el perro se acerque: detente y ponte frente a él, pero no le mires a los ojos , ya que esto podría interpretarse como un desafío. Háblale con calma y elógiale por hacer su trabajo de protegerte. Para ayudarle a mantener la calma y la distancia con el perro, ponga algo entre usted y el perro(chaqueta, gorra, etc.). Al sostener este objeto hacia el perro, le permite entrar en contacto con usted a través del objeto y no directamente con usted.
- El perro acabará reconociendo que usted no es una amenaza y se calmará. A continuación, continúe tranquilamente su camino.
A continuación se indican otros comportamientos que deben evitarse a toda costa o se corre el riesgo de iniciar un enfrentamiento:
- Caminar hacia el perro
- Tirar piedras
- Gritar al perro sosteniéndole la mirada
- Amenazar al perro con un palo
¿Y si voy de excursión con un perro de compañía?
Un perro guardián puede ver a su perro como un depredador. Así que mantén a tu perro con correa y suéltalo si interactúa con el perro guardián. Ya arreglarán las cosas entre los perros.
¿Y si tengo que acercarme a un rebaño sin perro guardián?
Con o sin perro guardián, tenga en cuenta que a los animales no les gusta que los estresen.
Camina con calma, rodea si es posible, no los sorprendas. Algunas situaciones requieren una vigilancia suplementaria:
- Si hay un toro: camina bien a su alrededor.
- Una vaca con un ternero: rodea todo lo posible.
En conclusión:
Un encuentro entre un perro guardián y su rebaño tiene muchas probabilidades de salir bien siempre y cuando entiendas por qué está aquí el perro, cómo se comporta y qué gestos adoptar cuando te reúnas con él.
Una actitud tranquila y serena y un comportamiento adecuado ayudarán al excursionista y al animal a entenderse y evitar tensiones. De ti depende demostrar al animal que eres un excursionista pacífico y respetuoso, que sólo está de paso.
Por otra parte, puedes mirar al pastor a los ojos, sin tenderle el sombrero: si no está ocupado, suele gustarle una buena charla.