En 1884, el fabricante de cuchillos y empresario Karl Elsener abrió un taller de cuchillería en Ibach-Schwyz, en el corazón de Suiza, que a lo largo de sus 125 años de historia se convertiría en una empresa internacional.
Victorinox nació en una época en la que Suiza aún era una de las naciones pobres de Europa. Alrededor de 1880, muchos suizos desempleados se vieron obligados a emigrar. A pesar de estas difíciles condiciones económicas, Karl Elsener tomó la iniciativa y creó un taller de cuchillería, poniendo así la primera piedra de una empresa que iba a resultar próspera.
El espíritu pionero, la lealtad y el apego a su tierra natal del fundador de la empresa han marcado los 125 años de historia de Victorinox y se perpetúan en la filosofía de la empresa y en sus productos. La continuidad también se refleja en la organización: desde su fundación en 1884 hasta nuestros días, Victorinox ha sido una empresa familiar que ha sabido mantener su independencia. La familia Elsener posee el 10% de las acciones, mientras que el 90% restante está en manos de las fundaciones Victorinox. Este modelo garantiza el futuro a largo plazo de la empresa y la conservación de los puestos de trabajo.
